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PSICOFÍSICA y PROPIOCEPCIÓN

 La ley psicofísica de Weber-Fechner en la reeducación de la distonía focal del músico

Psicofísica es un término acuñado por Fechner para describir el estudio interdisciplinar de cómo los humanos percibimos las magnitudes físicas.

La ley psicofísica de Weber-Fechner establece una relación cuantitativa entre la magnitud de un estímulo físico y cómo es percibido. Esto incluye los estímulos de todos los sentidos: vista, oído, gusto, olor y tacto, pero también deberíamos incluir a nuestro “sexto sentido”, el de la PROPIOCEPCIÓN. Así que me voy a centrar en este último y cómo esta ley psicofísica puede ayudarnos a agudizarlo.

En términos generales, la ley de Weber-Fechner establece que hay una proporción constante entre la magnitud de un estímulo y el cambio mínimo necesario que debe producirse en dicho estímulo para que una persona perciba una diferencia. Por ese motivo, se conoce a esta ley como la ley de la diferencia mínima perceptible.

En términos prácticos, esto significa que cuanto mayor es la magnitud o intensidad de un estímulo, mayor es el cambio necesario para notar la diferencia, o viceversa.

Es fácil de entender con un ejemplo. Si estamos sosteniendo en nuestra mano una masa de 100 gramos, tal vez no lo podamos distinguir de otro de 105 gramos, pero sí de uno de 110 gramos. En este caso, el umbral para discernir el cambio de masa es de 10 gramos. Pero en el caso de sostener una masa de 1000 gramos, 10 gramos no serán suficientes para que notemos la diferencia, al ser el umbral proporcional a la magnitud del estímulo. En su lugar, nos hará falta añadir 100 gramos para notar la diferencia.

Feldenkrais llegó a la conclusión de que el hecho de reducir el esfuerzo muscular mejora la agudeza de las sensaciones cinestésicas y permite al individuo diferenciar con precisión todo lo que hace y tomar una mayor consciencia del movimiento y de la acción. Dicho de otra forma, reducir la activación muscular contribuye a agudizar la propiocepción.

Yo, me he encargado de transferir este concepto a la reeducación de la distonía focal del músico con excelentes resultados.

 

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¿Por qué tengo retrocesos y altibajos durante mi proceso de recuperación?

Esta es una pregunta bastante habitual, que suelen hacerme muchas personas que están en este proceso de recuperación de la distonía focal del músico, incluidos alumnos y alumnas que se están recuperando conmigo.

Hace poco, releyendo uno de los magníficos libros de Feldenkrais, me topé con este párrafo que contesta, en parte, esta pregunta:

“Es preciso entender bien desde el principio que el proceso de aprendizaje es irregular, consiste en pasos y no carece de altibajos. Esto rige incluso para algo tan simple como aprender de memoria un poema. Un día una persona puede aprenderlo y al día siguiente no recordar nada. Pocos días después, sin haber vuelto a estudiarlo, tal vez compruebe de pronto que lo sabe perfectamente. Incluso si deja de pensar en ese poema durante meses, un breve repaso que se lo restituirá por completo. 

No debe desanimarnos, en consecuencia, comprobar que en algún momento hemos retrocedido al punto inicial; a medida que el aprendizaje continúa, esas regresiones se tornarán más raras, y más fácil, en cambio, retornar al nuevo estado.”

No debemos olvidarnos de que el reentrenamiento de nuestros movimientos, para recuperarnos de la distonía focal del músico, no deja de ser un reaprendizaje. No obstante, también existen otros factores condicionantes, como el factor emocional, para que haya veces que las cosas salen muy bien y otras menos bien.

Quisiera recalcar también la importancia de considerar los momentos en los que todo fluye con mayor facilidad, como una situación HABITUAL y los otros momentos en los que las cosas no salen tan bien, como una situación EXCEPCIONAL y NO AL REVÉS.

Pensar de esta manera, psicológicamente, tiene un impacto positivo muy grande y contribuye a fortalecer nuestra confianza, determinación y convicción de que estamos en el camino correcto y caminamos indefectiblemente hacia nuestra recuperación TOTAL.